
Juan José Urbina
Lo que actualmente conocemos como industria manufacturera, maquilera en nuestros países, esta a punto de cambiar drásticamente, no para bien de muchos si no tomamos car
Los salvadoreños son muy trabajadores, echan riata, no le temen al trabajo, se rebuscan y siempre ven como hacen.
En El Salvador no tenemos una crisis de las finanzas públicas, tenemos una crisis política. Y la frágil situación de las finanzas públicas solo es uno de los síntomas de esta. A muchos el enunciado anterior podría parecerles disparatado, ajeno a la discusión sobre la realidad del país de los últimos días y demasiado simplista. Sin embargo, espero me permitan exponer mis puntos, y así poder aportar al dialogo colectivo.
Pareciera que la oleada de discusiones sobre la desigualdad en el ingreso inició con la publicación de El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty.
Dos individuos van a cazar porque necesitan alimentar a su pueblo. Cada uno elige cazar un ciervo o una liebre, sin conocer que es lo que cazará el otro. Si uno de ellos quiere cazar un ciervo, deberá cooperar con el otro para poder tener éxito. Mientras que individualmente pueden decidir cazar una liebre, pero la liebre alcanza para menos gente que un ciervo.
La semana anterior en el prestigioso destino suizo de Davos se reunieron más de 2,500 personas, elevadas a la categoría de líderes empresariales, gubernamentales, de organizaciones internacionales, sociedad civil, academia, medios de comunicación y artes.
Las letras del tesoro (Letes) han vuelto a alcanzar un máximo histórico, sobrepasando la barrera de los mil millones de dólares, y esto es solo un síntoma de que en nue
Imaginen por un momento que tienen la oportunidad de participar en un concurso fotográfico, cuya temática es la justicia fiscal. Su principal lineamiento es plasmar expresiones de la política fiscal como herramienta necesaria de los Estados para generar mejores condiciones de vida para la población.
En El Salvador no tenemos una crisis de las finanzas públicas, tenemos una crisis política. Fue el enunciado de inicio de mi anterior columna, y los acontecimientos de la última semana hacen necesario que la vuelva a retomar para la presente columna de conclusión.
Un vaso con agua es la metáfora predilecta cuando se busca hablar sobre transparencia. Pero aún el vaso con el agua que pueda parecer más pura, necesita ser puesto bajo el mayor escrutinio posible para comprobar que no oculte impurezas, microbios y bacterias que afectan la salud. Dicho escrutinio no puede dejarse a cargo de las mismas manos que sirven el vaso, y es ahí donde la ciudadanía se convierte en el eslabón faltante para asegurar la transparencia.