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¿Qué nos pone en el mapa?

Uno de los retos más grandes de los niños (y no tan niños) en el mundo, probablemente sea ubicar a El Salvador en el mapa, no por nada alguien nos bautizó como el pulgarcito de América. Sin embargo, han existido distintos sucesos o personas que bien o mal nos han puesto dentro de la lupa mundial. La guerra civil en su momento formaba parte de los noticieros mundiales; más recientemente la violencia y las pandillas hacen que de vez en cuando aparezcamos en notas periodísticas. Pero no todo ha sido negativo, no podemos olvidar cómo nuestro querido Mágico González se codeó con los grandes futbolistas de su época y que su idiosincrasia hizo que muchos voltearan a ver en dónde quedaba El Salvador.

Si nos ponemos a pensar por qué más nos conocen en el mundo, posiblemente es por nuestras condiciones económicas y sociales, que nos etiquetan como país tercermundista. Sin embargo, en la actualidad tanto El Salvador como el resto de países del mundo se enmarcan en una carrera contra el tiempo con límite de llegada en el año 2030. Esta carrera busca revertir esas condiciones de subdesarrollo y para esto se han establecido 17 categorías (u objetivos), que van desde poner fin a la pobreza, buscar la igualdad de género hasta la reducción de las desigualdades.

Aunque no existe un marcador oficial para conocer las posiciones, la plataforma DataIgualdad realizada por Oxfam en colaboración Icefi y Latindadd, nos dan una aproximación a la estrategia que los Estados de América Latina le están apostando. Esta plataforma es una ventana al mundo en la cual nos podemos dar a conocer por los esfuerzos en pro del desarrollo que de hoy en adelante realicemos. Es así que en esta plataforma podemos ver cómo la estrategia por la educación de nuestro país nos ubica en el 2016 en la posición número 12 de 21 países, con un gasto público para este rubro de 3.8 % del PIB, el que se ubica por debajo de la media de 4.6 %. Considerando que la tasa neta de matrícula de secundaria se ubica en el 70 % al tiempo que chile logra un 88 %, nos muestra nuestro rezago.

En la categoría de Salud, El Salvador se ubica nuevamente en la posición 12 de 21 países, con un gasto público de 2.4 % del PIB, el cual se encuentra por debajo de la media de 3.5 %. Esta tendencia se mantiene en otras categorías que nos muestra la plataforma DataIgualdad como lo son el gasto público social, gasto en protección social, vivienda y servicios comunitarios, en defensa y seguridad. También nos muestra otras áreas como la democracia, la lucha contra la corrupción, derechos y fiscalidad. En lo fiscal, se pueden encontrar indicadores de ingresos tributarios, muy importantes para conocer los esfuerzos de obtención de los recursos para financiar dicha carrera, al tiempo que se realizan esfuerzos para que los tributos puedan cumplir con su rol redistributivo y, por tanto, de reducción de las desigualdades.

Como ya se habrán dado cuenta mi discusión está dirigida al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, no solo por espíritu competitivo, sino porque no hay nada más que nos llenará de orgullo que ver cómo nuestro país ha avanzado en el desarrollo y bienestar de sus habitantes. Que se nos ponga en el mapa por tener bajos niveles de pobreza extrema, por ser una sociedad que ha reducido las desigualdades y ha mejorado la distribución de la riqueza, que su población tiene educación pública de calidad en todos los niveles, así como mejor acceso a la salud y que todo esto en su conjunto promueve un ambiente de paz y seguridad. Por eso no solo sigamos el marcador, sino que también convirtámonos en promotores de un mejor El Salvador.