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¡Todo chivo!

Para El Salvador todos los organismos financieros también han bajado sus proyecciones de crecimiento económico y coinciden en que El Salvador sería el país de la región que menos crecería este año. Además, la Cepal proyecta un aumento de la pobreza en alrededor de 70,000 personas por los efectos de la inflación.


 

Cuando pensamos en crisis económicas o financieras seguramente se nos viene a la mente imágenes de millones de personas en la calle protestando, saqueos en las tiendas y supermercados o largas filas intentando sacar los ahorros de los bancos, sin éxito. Pero no todas las crisis son ruidosas. Hay unas que son más silenciosas y quizá hasta puedan pasar desapercibidas para algunos.

A nivel mundial las proyecciones de crecimiento económico van a la baja. La inflación sigue registrando niveles históricos y cada vez hay más temores de una estanflación. La estanflación es como una de las peores enfermedades económicas porque combina aumento de precios (todo más caro), con menor producción y más desempleo.

Esta semana, por ejemplo, al conocerse que la inflación en Estados Unidos sigue aumentando los mercados financieros sufrieron fuertes caídas previendo un aumento importante de la tasa de interés de la Reserva Federal. Usualmente los mercados financieros indican lo que podría pasar más adelante con lo que se conoce como la economía real. Y por ahora cada vez hay más pesimismo.

Para El Salvador todos los organismos financieros también han bajado sus proyecciones de crecimiento económico y coinciden en que El Salvador sería el país de la región que menos crecería este año. Además, la Cepal proyecta un aumento de la pobreza en alrededor de 70,000 personas por los efectos de la inflación.

Por cierto, los criptoevangelistas aseguraban que cuando este tipo de sucesos pasaran, los precios de los criptoactivos como el bitcóin subirían. Pero la realidad lo que muestra es que estos días se han desplomado por factores como el colapso de Luna y Terra USD, así como el hecho de que los inversionistas ante mucha incertidumbre se deshacen de los activos más riesgosos. Y sí, como se había advertido, el bitcóin es un activo financiero altamente especulativo.

Para quienes tienen millones en inversiones, aunque esto representa pérdidas significativas no caerán en pobreza porque lo más seguro es que tienen una cartera de inversiones diversificadas. En cambio, para las personas cuyos niveles de ingresos son bajos y que decidieron apostar escuchando a charlatanes, y no a los especialistas, esta caída representa un duro golpe que incluso puede significar no tener suficiente dinero para comprar comida o pagar los recibos de los servicios de agua, luz, etc.

Por suerte en el país, los funcionarios son responsables con el poder que tienen y nunca hubieran convertido un criptoactivo como el bitcóin en moneda nacional, porque antes hubieran realizado un estudio técnico donde les hubiera advertido que este tipo de cosas podrían pasar y por eso nunca recomendaron a la población invertir en bitcóin ¿verdad? Además, si lo hubieran llegado hacer, en estos momentos asumirían las responsabilidades de sus acciones de la mejor forma que lo saben hacer usando toda la maquinaria propagandística.

Y mucho menos hubieran utilizado recursos públicos para implementar el bitcóin en el país. Se imaginan tomar millones de dólares para desperdiciarlos en bitcóin en un momento donde la inflación es la más alta de los últimos 15 años, y cuando particularmente los alimentos y las bebidas no alcohólicas han aumentado tanto de precio que provoca que haya personas que estén comiendo menos proteínas, en el mejor de los casos, o en el peor, reduciendo la cantidad de alimentos y pasando hambre. Por suerte los actuales funcionarios sí gobiernan para el pueblo y saben que cada centavo del dinero público es sagrado y lo utilizan de la mejor manera posible, por ejemplo, en estos momentos asegurándole el ingreso a las personas más pobres. Porque ya se imaginan lo que hubiera significado tomar más de USD200 millones del presupuesto para el bitcóin cuando ese dinero se pudo haber utilizado para educación, salud o la protección social de las personas.

Pero que afortunado es el país por tener funcionarios tan responsables con planes donde las prioridades están claras, sistemas de evaluación apropiados para tomar las mejores decisiones y además una rendición de cuentas oportuna. En un contexto de crisis no hay de qué preocuparse, pues según el gobierno está todo chivo.

 

Ricardo Castaneda Ancheta // Economista sénior / @Recasta

Esta columna fue publicada originalmente en El Mundo, disponible aquí.