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13 Junio 2016
A 20 años de finalizado el conflicto armado interno, y a pesar de la considerable ayuda exterior que desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1996 ha tenido Guatemala, el Estado no ha podido armar el rompecabezas que supone el desarrollo –sobre todo en áreas rurales-, en parte por la ruptura del tejido social que la guerra civil causó y cuyos principales desgarros permitieron el surgimiento de una serie de verdugos sociales como lo son la violencia, la impunidad, el racismo estructural, la corrupción, entre otros.