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Marvin Méndez, un servidor al resguardo de la vida

     

Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte violenta en Costa Rica, y las cifras han aumentado en los últimos años. Por esta razón, que la Policía de Tránsito (PT) cuente con servidores como Marvin Méndez, con un estricto apego a las normas, es una garantía de resguardo de la vida de los costarricenses, aunque esto muchas veces provoque antipatías, incluso de la misma gente a la que protege.

 

El trabajo de la Policía de Tránsito de Costa Rica inicia a las seis de la mañana, y se desarrolla en tres jornadas: las primeras dos son las regulares de 6 a 2 de la tarde y de 2 a 10 de la noche. La tercera es la jornada especial de control de alcoholemia, que se desarrolla desde las 9 de la noche hasta las 3 de la mañana.

Marvin Méndez Bermúdez es uno de los cerca de 850 agentes que conforman la Policía de Tránsito de Costa Rica, cuya función es la regulación del transporte público, la intervención en colisiones, arrollamientos, derrumbes e inundaciones; entre otras tareas. Su labor es fundamental para la reducción de muertes por accidentes de tránsito, que en Costa Rica están asociadas en primer lugar a la conducción temeraria y falsos adelantamientos —invadiendo carriles contrarios o paralelos―, seguido del uso inadecuado del celular y la conducción en estado de ebriedad.

Méndez pertenece al Grupo de Operaciones Especiales del Área Metropolitana, el cual además de atender varias de las tareas regulares, coordina operativos especiales. Algunos de estos operativos surgen de denuncias formales al 911; por ejemplo, las carreras de automóviles clandestinas.  También indica que han realizado operativos para reducir los accidentes de motocicletas, dado que estos se han incrementado como resultado de un auge de motoristas principiantes en las carreteras.

Ingresar al Grupo de Operaciones Especiales es un logro que pocos consiguen, afirma Méndez. Sin embargo, con apenas cuatro años de labor en la PT de Costa Rica, él se ha ganado la confianza y reconocimiento de las autoridades, lo que le ha permitido ingresar a este grupo élite.

Anteriormente perteneció al Grupo de Apoyo Operacional, un equipo combinado de fuerza pública, en el cual se intervenía en casos de vehículos con problemas legales, donde su participación estaba asociada a los asuntos de tránsito, y donde muchas veces tuvo la responsabilidad de poner sanciones en zonas del país de alto riesgo. Ese año, los registros dieron cuenta de que fue el agente con mayor rendimiento en cuanto a multas. Indica que puso 1,975 boletas electrónicas y 200 en papel.

Aunque según indica Marvin Méndez, el rendimiento en boletas no es el único indicador de buen desempeño, tampoco lo es la popularidad con los conductores, dado que en muchos casos, las reacción de los conductores no es positiva y los agentes reciben agresiones verbales, menosprecio y falta de respeto a la autoridad. «Se molestan con ellos mismos, y se desquitan con uno. Nos arrebatan los documentos, nos dicen que nos dediquemos a otras cosas. Y creen que su infracción es menor a la de los demás», afirma.

No obstante, la manera de tratar a las personas hace a este agente un servidor destacado en esta labor, pues hace conciencia a los conductores a quienes entrega una boleta. Les explica cuáles fueron las faltas que cometieron, y los peligros que implican para ellos y los peatones. Además, les convence de que las multas no son algo arbitrario, y que como ciudadanos están en su derecho de impugnar si consideran que la remisión es injusta. Y como resultado de su buen trato, en muchas ocasiones los conductores reconocen su error, y le agradecen por su labor.

Méndez cuenta que recientemente colocó una remisión a una exprimera dama. El trato respetuoso y con apego a la ley que le aplicó es el mismo que tiene con cualquier automovilista. Al preguntarle si alguna vez le han querido sobornar, responde contundentemente: «Un montón de veces. Pero en eso estoy claro que lo que debo tener es lealtad, primero conmigo mismo, y luego poner en práctica los valores inculcados por mis padres, que son los que ahora yo le inculco a mis hijos».

Este oficial de tránsito acostumbra cargar una cámara con la que graba todo intento de soborno para denunciarlo. Existen procesos judiciales por soborno, incluso contra algunos funcionarios  que intentaron interferir para defender a sus familiares.

Actualmente han estado trabajando en detectar motoristas sin licencia ni documentación en las ciudades de San José, Alajuela, Cartago y Heredia, y han logrado reducir la mortandad de estos motociclistas principiantes. Para Méndez es importante la presencia constante en las calles, para que la gente sepa que se está cuidando y de esta manera se respete.

Con su trabajo, Marvin Méndez dignifica el servicio público. Aunque considera que a veces el equipo humano en insuficiente, reconoce la importancia que tiene la labor de la Policía de Tránsito para el bienestar de peatones y automovilistas. Por esta razón es que a Marvin Méndez lo reconocemos como uno de nuestros #ServidoresConValor. 

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