política económica
Esta semana se conmemoraron los Días Internacionales de las Mujeres Rurales, de la Alimentación y de la Erradicación de la Pobreza. En estos días abundan los discursos y declaraciones de funcionarios públicos y líderes políticos y empresariales, quienes nos recuerdan que hay millones de personas alrededor del mundo sufriendo estos flagelos, mientras reafirman su compromiso para combatirlos. Estos discursos no son ajenos a nuestro país, especialmente al considerar que en El Salvador más de 2.2 millones de personas, de las cuales el 22.6% son mujeres rurales.
Recientemente fue publicado por el Centro de Investigación de Política Económica (CEPR, por sus siglas en inglés) una investigación coordinada por Dalgaard y otros autores reconocidos en esta materia, en el cual se estudia la duración temporal de los efectos generados por la provisión de bienes públicos.[1] En dicho documento, se estudia la relación existente entre la inversión pública en i
Como respuesta a la crisis económica más profunda desde hace varias décadas, los encargados de dictar las políticas públicas en las economías avanzadas y emergentes adoptaron medidas monetarias y fiscales contracíclicas, con la intención de apoyar las actividades económicas y, a la vez, proteger a la población. ¿Se necesita la misma receta en Centroamérica y es posible financiarla? ¿Qué han hecho hasta la mitad de 2009, cuando se escribe este ensayo, los encargados de las políticas y qué deberían hacer en la segunda mitad de 2009 y en el futuro?