administración pública
La respuesta ante los desafíos de la administración pública no es desecharla y mucho menos sustituirla por lo privado, que pareciera ser la única alternativa, sino trabajar por fortalecerla.
Falta menos de un mes para que asuma sus funciones como cabeza de la entidad rectora de la política fiscal en El Salvador, lamentablemente aún no se conoce su nombre, mucho menos su formación y experiencia, lo que me obliga a escribirle de esta forma tan impersonal.
Martha (nombre ficticio) vivía al norte de San Salvador. Es una mujer de nacionalidad hondureña que sufría constantes agresiones físicas de parte de su pareja, con quien había procreado a dos de sus cuatro hijos. Violencia que llegó al extremo de poner su vida en grave peligro. Hasta que un día, el agresor fue capturado por la policía en flagrancia, y Martha tomó la decisión de dejar su casa. Y se fue junto con su madre y sus hijos a buscar apoyo a UNIMUJER-ODAC, la Unidad de atención especializada para las mujeres en situación de violencia.
El tributo representó el 45.8% de la recaudación acumulada a junio de 2017, por lo que requiere mucha atención de las autoridades fiscales.
El 23 de junio se celebra el día de las Naciones Unidas para la administración pública, con el objetivo de que los ciudadanos recuerden y valoren el importante papel que debe jugar la administración pública ―sus instituciones, trabajadores y funcionarios― en el logro del desarrollo y la consolidación de la democracia.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) realizó un debate público en el que se analizó y discutió la capacidad del Instituto Nacional de Estadística (INE) para proveer los precios de referencia, el potencial de la subasta electrónica inversa para agilizar la ejecución presupuestaria y superar las dificultades que las entidades del Estado enfrentan para comprar y contratar.
“Lo público es ineficiente, corrupto, de mala calidad, no sirve para nada, todo se lo roban” palabras que solemos escuchar, o incluso repetir, constantemente. Estas palabras son la cruz con la que la Administración Pública debe cargar, resultado de malas actuaciones de unos cuantos funcionarios o empleados públicos, pero sobre todo de los embates que ha tenido que enfrentar el Estado.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) realizó un evento público en el que presentó su Primer informe independiente sobre el cumplimiento de los siete compromisos de transparencia fiscal del Tercer Plan de Acción Nacional de Gobierno Abierto, Guatemala 2016-2018. La revisión realizada por el Icefi revela avances en el cumplimiento de estos compromisos específicos. El Instituto recomendó redoblar esfuerzos para coadyuvar a cambiar la percepción negativa que persiste en la ciudadanía.
Las discusiones en los últimos siglos se podrían resumir en torno a cuál es el papel que deben jugar los Estados en la sociedad. Desde posiciones que abogan por su reducción al mínimo, como el neoliberalismo, hasta expresiones ideológicas que apuestan por su involucramiento en todos los contextos sociales. En todo caso, en pleno siglo XXI, la idea del Estado efectivo, capaz de mejorar el bienestar social y económico, es la que se plantea como la mejor alternativa frente a la democracia y el desarrollo.
“La administración pública es el Estado en acción, el Estado como constructor”. Dicha frase es parte de la afirmación realizada por Marshall Dimock, buscando ilustrar cómo la administración pública es la expresión de un Estado en la búsqueda de atención a su ciudadanía. El 20 de diciembre de 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 23 de junio como Día de la Administración Pública. Por tanto, no puedo dejar pasar la oportunidad de dedicar las siguientes líneas a reivindicar su importancia.