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Comunicados

FIDA e Icefi proponen cambios en las políticas fiscales de Centroamérica para potenciar el desarrollo rural

     

Ciudad de Guatemala, 27 de abril de 2016 – Un estudio llevado a cabo por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), recomienda cambios en las políticas fiscales de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua para poder dedicar más fondos públicos al desarrollo de las zonas rurales y así caminar hacia la erradicación de la pobreza.

El informe «Bases para el desarrollo rural en Centroamérica» es el último de una serie de materiales de investigación desarrollados gracias a la colaboración entre la agencia de las Naciones Unidas especializada en desarrollo rural y el Icefi y será presentado hoy en Ciudad de Guatemala en el curso de un seminario internacional.

«Este trabajo de investigación tiene como objetivo contribuir al diálogo político entre los gobiernos y sociedad civil centroamericanas acerca del efecto de las políticas públicas sobre el desarrollo rural y la lucha contra la pobreza. El trabajo aporta dos elementos muy necesarios para este debate: datos científicos y propuestas de nuevas políticas», explica de Joaquín Lozano, Director para América Latina y el Caribe del FIDA.

«Los países centroamericanos deberán invertir entre el 6.4 y el 9.8% del PIB para el 2025 para potenciar el desarrollo rural por medio de una política fiscal moderna y responsable. Pues esto es la base en la construcción de Estados verdaderamente democráticos y potenciadores del desarrollo nacional y regional», aseguró Jonathan Menkos Zeissig, Director Ejecutivo del Icefi.

Los casi 20 millones de centroamericanos (prácticamente la mitad de la población de la región) que viven en las zonas rurales tienen mucho más difícil acceder a los bienes y servicios básicos que los que viven en las áreas urbanas. Esto genera amplias brechas de bienestar, empleo e ingresos. Así, alrededor del 69% de la población rural centroamericana vive en la pobreza, en contraste con el 33% de la población urbana.

«Nosotros planteamos que una nueva realidad rural es posible. Una donde todos los hombres y las mujeres cuenten con las mismas oportunidades para su desarrollo pleno y donde la naturaleza no sea vista únicamente como un espacio para la depredación», asegura Joaquín Lozano.

Para hacer realidad esa aspiración, Icefi y FIDA plantean una serie de medidas concretas en las áreas de fortalecimiento del sector rural, programas de protección social y la mejora de la infraestructura rural, la protección del medio ambiente y el tejido social. Dichas propuestas incluyen:

  • Articular la agricultura con otros sectores de actividad (agroindustria, turismo, concesiones forestales).
  • Garantizar la disponibilidad de activos productivos esenciales en las áreas rurales (tierra, agua, electricidad).
  • Invertir en desarrollo tecnológico aplicado a la agricultura y a otras actividades.
  • Garantizar una protección social adecuada a los habitantes de las zonas rurales, con la universalización del acceso a la educación y la salud.
  • Garantizar el uso y gestión sostenible de los recursos naturales.
  • Aprovechar la cultura campesina, indígena y afrodescendiente para la construcción de «una forma propia de desarrollo».

«Hay que dejar de lado la idea de que el progreso implica dejar atrás lo rural, de que el campo es tan sólo un residuo de la ciudad. Al contrario, el desarrollo rural es un elemento fundamental para el desarrollo de un país», asegura Menkos Zeissig. «Ese desarrollo rural sólo se puede cimentar en una política fiscal justa, progresiva y suficiente», añade.

Según Icefi y FIDA, los países centroamericanos tienen a su alcance los medios para implementar esa política fiscal. Teniendo en cuenta las realidades económicas y políticas distintas de cada país, el estudio «Bases para el desarrollo rural en Centroamérica» plantea cambios en las políticas fiscales que incluyen elementos como: el incremento de los ingresos a través de adopciones de marcos impositivos progresivos, fortalecimiento de la administración tributaria y mejores sistemas de recaudación (lucha contra la evasión y el fraude fiscal) y reducción de las exenciones fiscales.

Dichas medidas, combinadas con el uso de la deuda pública y de los fondos de la cooperación internacional, permitirían a los países centroamericanos disponer de los fondos necesarios para incrementar sus inversiones en desarrollo rural y avanzar decisivamente en la lucha contra la pobreza.

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