Guatemala: recaudación en 2022 rondará los Q83,700.0 millones
Los resultados parecen reflejar una dinámica extraordinaria; sin embargo, para comprender mejor el proceso debe evaluarse con mayor detenimiento la comparación de los datos derivados de la recuperación económica que el país presentó en 2021 y los irregulares de la recaudación de 2020.
El Superintendente de Administración Tributaria dio a conocer que la recaudación acumulada al primer trimestre de 2022 había superado a la meta prevista en 12.8%, y atribuyó, en un comunicado de prensa disponible en el portal Web de la SAT, que el aumento se debía a varias estrategias implementadas como el uso de tecnologías no intrusivas en el control aduanero, la utilización de herramientas digitales e información en tiempo real en las fiscalizaciones, la masificación de la factura electrónica y la solución al conflicto tributario; todas ellas, al igual que mejoras en la tecnología de trabajo, forman parte de la estrategia integral puesta en marcha siguiendo el Plan Estratégico Institucional.
Efectivamente, de acuerdo a los datos del Ministerio de Finanzas Públicas, al cierre de marzo de 2022, la recaudación total alcanzó Q20,628.5 millones, 15.4% por encima de lo percibido en el mismo período del año anterior y 12.7% por encima de la meta aprobada en el Presupuesto de Ingresos para el presente año. Los resultados parecen reflejar una dinámica extraordinaria; sin embargo, para comprender mejor el proceso debe evaluarse con mayor detenimiento la comparación de los datos derivados de la recuperación económica que el país presentó en 2021 y los irregulares de la recaudación de 2020.
La información disponible muestra que la tasa media de crecimiento interanual de la recaudación acumulada durante el período 2013-2019 (previo a la pandemia) fue de 5.5%, denotando inelasticidad en el comportamiento tributario, pero también falta de acción por parte de la autoridad tributaria; la gráfica posterior lo muestra parcialmente para el período 2018-2019. La crisis sanitaria produjo, al igual que en todos los países, que la recaudación disminuyera a partir de mayo de 2020, presentando incluso tasas de crecimiento negativas, obviamente sin responsabilidad por parte de la autoridad tributaria, y durante los meses siguientes hasta junio de 2021, cuando recuperó niveles prepandemia.
De esa cuenta, la variación interanual de la recaudación acumulada en los meses de febrero y marzo de 2021, aun lucía deprimida, aunque empezaba a mostrar síntomas de normalidad, producto de la finalización del confinamiento y de las restricciones sanitarias. Así, cuando se comparan dichos resultados con los acumulados en el período enero-marzo de 2022, que se encuentran en la cúspide de la etapa de la recuperación, se reflejan una tasa de crecimiento impresionante respecto a 2021, pero gran parte es producto principalmente del proceso de rebote económico.
Ahora bien, la gráfica también muestra, con pronósticos de Icefi, que la trayectoria de aumento interanual se empezará a reducir, no como producto de “mal trabajo” de la SAT, sino del hecho que en 2021 se obtuvieron altas tasas de crecimiento respecto a los valores deprimidos de 2020; los pronósticos muestran que al final de 2022, siguiendo la trayectoria observada y si no hay más factores que pudieran afectar los valores esperados, que la recaudación reportará una tasa de crecimiento acumulado del 7.3% respecto de 2021, por encima del crecimiento medio del período prepandemia, lo que parece sugerir que el cambio en los valores recaudatorios, ya normalizado, es producido posiblemente por las mejoras en la eficiencia administrativa de la SAT.
Lo comentado es importante porque aun cuando la mayor parte del crecimiento interanual sea consecuencia del rebote normal luego de un período de crisis, no significa que los trabajos de la SAT no estén causando efecto tributario, sin embargo, el análisis de ello, va más allá de la extensión de esta columna. Sobre ese particular, baste indicar que de acuerdo al comportamiento de las bases gravables de los impuestos, la recaudación a marzo de 2022 y el comportamiento de las variables macroeconómicas del país, se podría considerar en forma conservadora, que el nivel recaudatorio de Guatemala se ubicará, al cierre de 2022, en Q83,688.5 millones, 7.3% por encima de lo acumulado en 2021 y Q7,642.6 millones por encima de la meta planteada, representando en términos del PIB, 11.7%, similar a lo observado en 2021. Si las expectativas recaudatorias se validan, la carga tributaria presentaría por segundo año consecutivo un nivel del 11.7% del PIB, muy por encima del 10.1% de 2020, fuertemente influenciado por la crisis sanitaria, pero también del promedio de 10.8% reportado durante el período 2011-2019, previo a la pandemia.
La información permite concluir que la recuperación del nivel recaudatorio parece ser real. Por ello, y aun cuando todavía hay muchos campos por explorar para reducir el nivel de incumplimiento tributario, entre ellos, la reducción de los flujos ilícitos de capital, el combate a la prestación de los servicios digitales sin factura, la base tributaria limitada, la falta de facturación, el arbitraje producido por la existencia de diferentes regímenes tributarios, y el contrabando, entre otros, parece que el Gobierno podría disponer en lo que queda de su período, de una mayor cantidad de recursos en forma sostenida, los que, si son utilizados de manera transparente y con base en resultados, podrían promover una mejora del bienestar de los guatemaltecos.
Abelardo Medina Bermejo // Economista sénior / @a_medinab