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Combatir la pobreza multidimensional: clave para el desarrollo

Para atacar las causas de la pobreza multidimensional, los esfuerzos podrían dirigirse a sectores tales como educación; salud así como infraestructura para atajar lo relacionado a la dimensión de nivel de vida.


Recientemente, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, publicó el Índice de Desarrollo Humano en su versión 2021-2022. Recordando que en este indicador los países del mundo se clasifican en 4 categorías de acuerdo al desarrollo humano que los mismos poseen: desarrollo humano muy alto (66 países), alto (49 países), medio (44 países) y bajo (32 países). En el caso de Centroamérica, la región tiene dos países con desarrollo humano muy alto (Costa Rica, puesto 58 y Panamá, puesto 61). Mientras el resto de países centroamericanos se encuentra en la categoría de países con desarrollo humano medio, posicionándose entre los puestos 125 y 137 de 191 países evaluados (para ver el ranking histórico y analizar los valores del índice de Desarrollo Humano para los países centroamericanos, puede consultar aquí). Lo anterior pone de manifiesto que Costa Rica y Panamá deben velar por mantenerse en esa categoría de desarrollo humano, y mejorar en los aspectos en los que puedan estar rezagados. Mientras El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua tienen la tarea pendiente de lograr que sus ciudadanos gocen de un mejor nivel de vida. 

La falta de desarrollo humano, se traduce en pobreza, la cual puede afectar a las personas desde perspectivas diferentes a la carencia monetaria, manifestándose en múltiples privaciones de bienes y servicios. Con este fin, el PNUD junto a Oxford Poverty and Human Development Initiative calculan el Índice de Pobreza Multidimensional (cuya última versión fue publicada en octubre de 2022), identificando dichas privaciones en tres dimensiones: salud, educación y nivel de vida. A partir de esto, se puede estimar la proporción de la población de un país que padece pobreza multidimensional, o bien se encuentra en una posición vulnerable frente a dicha situación.

En el caso de Centroamérica, Costa Rica presenta el menor porcentaje de población con pobreza multidimensional (0.54%), mientras Guatemala presenta un 11.2% de la población siendo afectada por dicho fenómeno. Costa Rica y El Salvador muestran un pequeño porcentaje de población con pobreza multidimensional severa (0.02% y 1.66%), mientras Guatemala, Honduras y Nicaragua muestran unos porcentajes del 11.22%, 6.85% y 5.61% respectivamente. Si bien los anteriores porcentajes podrían considerarse muy bajos, hay que poner especial énfasis en aquella población vulnerable en caer en la situación de pobreza multidimensional, lo cual muestra la fragilidad que se tiene en la región. Para el caso de Panamá no se tienen datos disponibles. 

Al desagregar los países por dimensiones, se observan dos comportamientos en la región. En el caso de Costa Rica, las privaciones que más peso tienen en la pobreza multidimensional son las relacionadas a la salud y educación (esto probablemente se deba a la gran cobertura que el país tiene en estos servicios, y quienes tienen privación de los mismos lo resienten). Para el caso de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, las privaciones se concentran en los aspectos relacionados al nivel de vida y educación. En el caso de Nicaragua, la variable relacionada al nivel de vida compone un 52.3% al índice de pobreza multidimensional, y para El Salvador son las variables relacionadas a la educación. Mientras tanto, Guatemala, muestra un comportamiento casi uniforme en la composición de las tres dimensiones.

La política fiscal debe utilizarse como una herramienta para que los Estados centroamericanos puedan tomar un impulso en su crecimiento económico y estabilidad social, convirtiéndose en un instrumento que permita a todos y cada uno de los habitantes el mayor nivel de desarrollo posible. En su documento diagnóstico, la Agenda Fiscal Centroamericana 2021-2030, volumen 3 “Una propuesta para encaminar a Centroamérica por la ruta del desarrollo y la democracia” (disponible en este link), el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) propone que el gasto público de los países de la región vaya aumentando paulatinamente año con año durante la presente década, y de ese modo al llegar al 2030 se haya podido cerrar las brechas en la provisión de bienes y servicios esenciales para la población.  En este caso, para atacar las causas de la pobreza multidimensional, los esfuerzos podrían dirigirse a sectores tales como educación (cuyo meta sería acercarse a una cobertura universal); salud (cuya meta sería disminuir las barreras de acceso a la atención primaria en un 30%); así como infraestructura para atajar lo relacionado a la dimensión de nivel de vida (ya que en esta se toman en cuenta elementos como saneamiento, acceso a agua potable y electricidad). En la tabla No. 01 se muestran los niveles de gasto público como porcentaje del PIB estimados para 2030 que los países de la región deberían alcanzar para lograr atajar las ya mencionadas brechas de cobertura. El panorama se torna desafiante en el futuro, pero al menos iniciando la inversión necesaria, se podrá ir poniendo los cimientos para tener sociedades más inclusivas y equitativas en Centroamérica.

 

César Melgar // Asistente de investigación

Esta columna fue publicada originalmente en Gato Encerrado, disponible aquí.